Lectura: Lucas 21:29-33
‘Jesús les dijo también una parábola: «Miren la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan las hojas, al verlo, ustedes mismos saben que el verano ya está cerca. Asimismo ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios está cerca. En verdad les digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán.’
Continuamos leyendo estas palabras del Señor en el Templo. Como hemos comentado, existen distintas interpretaciones de este pasaje. ¿Está hablando de la destrucción inminente de Jerusalén? ¿Del fin de los tiempos? ¿De ambos?
Hay dos aspectos de este pasaje que podemos meditar.
Miremos las señales: Mientras el Señor está hablando se acerca la primavera, los primeros brotes anuncian la llegada del tiempo de que todo florezca, se reproduzca. De la misma manera, las señales de las que habla el Señor nos muestran que el tiempo de su regreso está cada día más cercano.
Es cierto. Hay grupos de cristianos que parecen estar obsesionados con su venida. Hay falsos maestros que se levantan anunciando fechas. Y esta quizás sea la razón por la que algunos creyentes hasta evitan hablar del tema. Confesar que creemos que Jesús regresará y que esa es nuestra esperanza puede ser un motivo de burla para otros.
Observamos al mundo. Cada vez más lleno de maldad y pecado. Cada vez más lejos de Dios. Muchos rechazan al cristianismo como algo anticuado e irrelevante para estos tiempos. Incluso quienes se dicen creyentes no viven una fe bíblica.
Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?
Mira las señales, y no desesperes, confía. Todo forma parte de su perfecto plan.
Sus Palabras no pasarán: Dios es fiel. Esa es su naturaleza. Y sus planes no dependen en lo absoluto de nuestra reacción o actitud. Él hará lo que determinó hacer. Y esa es nuestra seguridad y confianza. Todo pasará, todo es endeble, menos Jesús.
Lo que el mundo a veces imagina con temor es para los creyentes la esperanza de poder ver, finalmente, a Nuestro Señor. Él cumplirá su promesa final, la de venir una vez más para que podamos estar con Él para siempre.
Todo pasará, Él es la Roca. Su Palabra es fiel y se cumplirá.
PARA PENSAR: Ante la decadencia y la confusión en la que se sumerge nuestro mundo, recuerda, Su Palabra es firme, no pasará.