Lectura: Lucas 23:33-38
‘Cuando llegaron al lugar llamado «La Calavera », crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Y los soldados echaron suertes, repartiéndose entre sí Sus vestidos. El pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes se burlaban de Él, diciendo: «A otros salvó; que se salve Él mismo si Este es el Cristo de Dios, Su Escogido». Los soldados también se burlaban de Jesús, y se acercaban a Él y le ofrecían vinagre, Había también una inscripción sobre Él, que decía: «ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS». diciendo: «Si Tú eres el Rey de los judíos, sálvate a Ti mismo». ‘
La imagen habla por sí sola. Jesús en la cruz, y a su alrededor solo hay burla, desprecio y ofensa.
Lo crucifican junto a dos delincuentes. Los soldados convierten sus ropas en objeto de juegos y apuestas; y se las reparten entre ellos. Los gobernantes se burlan diciendo: “¿No es este el Cristo? ¡Qué se salve a sí mismo!. Los soldados también se mofan de Jesús. Hasta el cartel que cuelga sobre la cruz tiene el fin de menospreciar al que está en la cruz.
Y el Señor, no se queja, no llora, no odia… Él ora. Y pide al Padre que perdone a los que de esta manera se portan con él. A los soldados, a los sacerdotes, a los gobernantes.
Cuando vemos esta escena necesitamos recordar que hemos sido llamados a perdonar, que hemos sido llamados a amar incluso a los que nos odian. Y Jesús es el más sublime ejemplo de esto.
Y qué escena cargada del evangelio es esta, en la que el amor se expresa entregándose así. ¡Salvate a vos mismo! -le dicen. Ignorando que Él, dando su vida así nos está salvando a nosotros. ¡Perdónalos! -dice Jesús. Y el perdón de Dios alcanzará incluso a muchos de los que hoy se burlan, ignorantes de la maravilla de lo que está sucediendo (Ver Hechos 6:7).
PARA PENSAR: Es un maravilloso ejemplo de perdón y amor el que nos da Jesús. Imitemoslo. Pero sobre todo, no dejes de sorprenderte de la profundidad del amor de Cristo por nosotros. Mientras es rechazado y burlado… Él ora, perdónalos, no saben lo que hacen…