Lectura: Lucas 4:14-15
Luego de la tentación en el desierto, el Señor comienza su ministerio, en Galilea. Y en este par de versículos hay un par de elementos interesantes para observar.
Lo hace en el poder del Espíritu: La Deidad es una. El Padre, el Hijo, y el Espíritu son Uno. La Trinidad en plenitud está obrando para nuestra salvación.
La fama de Jesús se divulgó por toda la región. Las noticias de este varón que comenzó a predicar y mostrar gran poder se difundieron rápidamente.
Y enseñaba en sus sinagogas siendo alabado por todos. Al principio de su ministerio, los milagros de Jesús y su mensaje fueron recibidos con entusiasmo y admiración.
PARA PENSAR: ¿Qué va a hacer que la actitud de la gente hacia Jesús cambie? ¿Cómo recibimos nosotros la Palabra del Señor?