Devocional

¿Un paréntesis? (Lucas 8:43-48)

Lectura: Lucas 8:43-48

El milagro de la mujer que padecía del flujo de sangre es un hecho que nunca deja de conmoverme.

El evento está en medio de otra historia, la de Jairo y su hija, en la cual experimentamos el poder de Jesús como Señor aún sobre la misma muerte. Como si fuera un paréntesis, una nota al margen. Pero nunca es así con Jesús.

La enfermedad que tenía la mujer era incurable, y hasta la había llevado a la bancarrota económica. No solo eso sino que también, por la naturaleza de su enfermedad, era considerada impura ritualmente (no podía tocar a nadie, no podía asistir a la sinagoga, por ejemplo).

Eso nos ayuda a entender la desesperación de esta mujer, que se arriesga a ser rechazada e incluso agredida por abrirse paso para tocar a Jesús. ¿Puede este hombre lograr lo que otros no han podido?

Y ella se acerca, por detrás, apenas puede tocar el borde del manto de Jesús. ¿Se lo impide la multitud? ¿No se anima a causa de su impureza? Pero para Jesús ella no pasa inadvertida. Y su vida cambia.

Es natural el temor, cuando Jesús pregunta quién lo ha tocado. Y sin embargo se anima a hablar delante de todo el pueblo. Y entonces escucha ahora las palabras del Señor.

Hiciste lo correcto, me buscaste a mí, pusiste tu fe en mí. Ve en paz.

PARA PENSAR: No hay nadie más a quien nosotros podamos mirar con esperanza. Vale la pena buscar y seguir a este Jesús, solo conocerlo a Él es lo verdaderamente importante, todo lo demás cobra verdadero sentido si Él está primero. ¡Dios te bendiga!

1 Comment

  1. Grácias mi Dios
    Por está a mi lado

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