El hombre, todo hombre, todo ser humano, tiene un valor intrínseco por el hecho de poseer la imagen de Dios en él. Más allá de que ese ser humano sea un cristiano, un budista, un agnóstico o un ateo. Toda vida humana es sagrada.
Hoy en Argentina, muchos están manifestando (en las calles, en las redes, donde pueden) que un niño por nacer es un ser humano, y por tanto su vida es sagrada. La razón para esto es que se volverá a presentar un proyecto de ley que pretende legalizar al aborto y declararlo un derecho.
Qué tristeza causa ver que en un país que cada día es más pobre, donde cada día miles pierden su trabajo, miles no tienen cómo alimentarse, cómo vestirse. En un país donde miles y miles de niños no tienen acceso a lo más básico esto sea la prioridad.
Qué tristeza que como sociedad estemos tan alejados de Dios y los indefensos sean las víctimas.
Qué tristeza ver banderas verdes reclamando que cortar una vida sea algo deseable.
Qué tristeza es que en vez de pensar en soluciones y alternativas al sufrimiento humano se ponga a la mezquindad en el centro.
No seguir a Dios, no creer en Él y en Su Amor es una elección. Tu sexualidad es una elección. Pero decidir que alguien no va a seguir viviendo no es una elección, es un asesinato.
No seguir a Dios, no creer en Él y en Su Amor es una elección. Tu sexualidad es una elección. Pero decidir que alguien no va a seguir viviendo no es una elección, es un asesinato.
Dios tenga misericordia de nosotros como nación…