*Solamente comportaos de una manera digna del evangelio de Cristo, de modo que ya sea que vaya a veros, o que permanezca ausente, pueda oír que vosotros estáis firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio; de ninguna manera amedrentados por vuestros adversarios, lo cual es señal de perdición para ellos, pero de salvación para vosotros, y esto, de Dios. Porque a vosotros se os ha concedido por amor de Cristo, no sólo creer en El, sino también sufrir por El, sufriendo el mismo conflicto que visteis en mí, y que ahora oís que está en mí.*
Filipenses 1:27-30 LBLA
Así como expresó su profundo gozo de saberlos firmes en la fe, llenos del fruto de justicia que es por medio del Espíritu Santo, y como les habló de la satisfacción que le producía el saber que sus prisiones y la persecución que había sobre él producían que el Evangelio fuera difundido, Pablo anima ahora los hermanos de Filipos (y a nosotros) a estar firmes en la persecución. Y no solo a resistir, sino también a alegrarnos por ser tenidos dignos de sufrir por Su causa.
A veces, al saber de hermanos en la fe que son perseguidos, en lugares hostiles para el cristianismo, oramos por ellos, pero no comprendemos cabalmente su realidad, ya que en nuestro país tenemos absoluta libertad de expresar nuestra fe (cualquiera que sea, si hasta existe una iglesia maradoniana).
A veces me pregunto… ¿sería firme mi fe si por ella fuera perseguido? Sé que en mis fuerzas no, pero el Señor es quien sostiene a los suyos…
En nuestro ámbito, en ocasiones, podemos ser objeto de burlas, de desprecios, de distanciamiento. Qué estas cosas, y la persecución, cuando nos sobrevenga, nos encuentren firmes, y gozosos de participar con Cristo del sufrimiento…
Dios te bendiga!!!