*A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan. Todos los santos os saludan, especialmente los de la casa del César. La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.*
Filipenses 4:20-23
En el medio de sus prisiones, Pablo nos ha mostrado que nuestra seguridad, confianza y nuestro gozo provienen de Cristo. El apóstol desborda, en esta carta, de gratitud, de gozo, y amor hacia los hermanos de Filipos, que lo han asistido en su necesidad y se despide de ellos con un saludo cargado de cariño.
Una pequeña nota, Pablo menciona a hermanos de la casa del César, es decir que aún en el palacio imperial, la luz del Evangelio había llegado, y había hermanos fieles.
Qué la gracia del Señor Jesús esté con todos nosotros también hoy, para que el mensaje de la epístola a los Filipenses sea aliento para nuestras vidas también:
“Regocijaos en el Señor”, nos dice. No hay circunstancia que pueda cambiar esta verdad: Somos suyos.
Concluimos así nuestra lectura de esta carta, dando gracias al Señor por Su Palabra! Dios te bendiga!