Devocional

Hagan lo que yo digo, y lo que yo hago

Nuestro texto de hoy

 

‘Sean imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo. ‘

 

1 Corintios 11:1

 

Meditemos

 

Sin dudas, hay mucha autoridad en estas palabras que Pablo expresa en este solo verso. 

Sean imitadores de mí. 

¿Quién de nosotros podría decir lo mismo? ¿Podríamos nosotros mostrarnos como ejemplo de cristianos? 

Esta solicitud de Pablo a los hermanos de Corinto tiene dos aspectos bien interesantes. 

 

Imitenme a mí… ¿En qué era necesario que ellos imitaran a Pablo? Precisamente en aquello que el apóstol viene hablando. En la motivación para sus acciones. Primeramente la gloria de Dios. Todo lo que hacemos debe tener esa dirección y propósito. Honrar a nuestro Dios. Y en segundo lugar, lo que impulsaba a Pablo era alcanzar a los demás con el amor del evangelio. Y esa era la causa por la que él procuraba, por todos los medios a su alcance, no ser piedra de tropiezo a nadie. Amando. 

Así que aquello en lo que debemos imitar a Pablo es en tener siempre como motivación para nuestro caminar la gloria de Dios, y también guiar a los demás hacia la persona de Cristo. 

 

Como yo imito a Cristo… Y precisamente esto último hace Pablo cuando nos dice que Él es, finalmente, un imitador de Cristo. Y esa es la causa por la que Él nos anima a imitarlo a Él, especialmente en esto. En poner nuestra mirada en el Señor Jesucristo. 

 

El Señor Jesús nos dijo: “ejemplo os he dado” (Juan 13:15-17). ¿Ejemplo de qué? De un amor que sirve. Jesús dijo eso justamente después de lavar los pies de sus discípulos. Pablo nos dice esto mismo luego de aclararnos que las motivaciones de nuestras actitudes deben nacer de un amor que quiere que los demás se aferren a Cristo. 

Imitemos eso, amando. 

 

Un detalle para señalar

 

Esta no es la única ocasión en la que Pablo nos llama a imitarlo. Puedes revisar 1 Corintios 4:16-17, Filipenses 3:17 y 1 Tesalonicenses 1:6-7

 

Para pensar

 

Aunque necesitamos reconocer nuestra debilidad, y que tenemos mucho que recorrer y aprender en la fe, eso no puede ser una excusa.

Al igual que Pablo, nosotros deberíamos ser capaces de decirles a nuestros hermanos que nos imiten. En dependencia de Cristo, en aferrarnos a la gracia y misericordia de Dios. En nuestra búsqueda de glorificar al Señor. En amor y servicio. 

 

Escrituras tomadas de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Copyright © 2005 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. www.NuevaBiblia.com

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