Lectura: Lucas 7:18-23
Juan ha sido llamado a anunciar que el Reino de Dios está cerca, y esa es la misión que ha cumplido. Como profeta de Dios (el más grande de todos) él sabía lo que debía anunciar, pero como ser humano que era no sabía todas las cosas. Y dudaba.
Los discípulos de Juan vienen a Jesús y le preguntan. ¿Sos vos el que ha de venir? ¿O debemos seguir esperando?
Lo que Jesús había afirmado acerca de sí mismo, la revelación de su identidad como el Hijo del Hombre, como el que traía y encarnaba el Reino de Dios (ver Lucas 4:21) es lo que Juan necesita saber.
¿Sos vos el que decís ser?
Jesús hace dos cosas: 1) en esa misma hora cura y libera a muchos (y los discípulos de Juan ven esto. 2) Envía a estos discípulos de Juan a decirle que lo que él oyó, ellos lo vieron.
Jesús es el cumplimiento de la promesa. Jesús es el Hijo de Dios, que se hizo carne. Jesús es Isaías 35:4-6 o Isaías 61 cumpliéndose.
La pregunta de Juan sigue siendo relevante ¿quién es Jesús?
Jesús es. Jesús es Dios hecho carne. Jesús es el remedio de nuestro pecado. Jesús es la libertad de nuestro pecado. Jesús es el único que puede hacer lo que para nosotros es simplemente imposible. Jesús es.
PARA PENSAR: ¡Qué nuestros corazones puedan hoy (y todos los días) descansar en esta verdad (firme e inconmovible)! ¡Jesús es la respuesta de Dios a nuestra maldad y rechazo! ¡Jesús es la única respuesta!