Lectura: Lucas 4:42-44
Luego de sanar a los enfermos y liberar a los poseídos, Jesús descansa y busca la comunión de la oración. Pero allí donde Él vaya las multitudes lo siguen.
Mathew Henry dice que, con Jesús, hasta un desierto se vuelve un lugar deseable.
Incluso la gente quiere retenerle, probablemente por los milagros que Él hace. Los seres humanos no deseamos a Dios, deseamos lo que Él puede darnos, o hacer por nosotros. Pero gracias a Él, que pone en nosotros el deseo por Su persona!
Pero el Señor no puede quedarse allí, y por eso les explica que su misión es anunciar el Reino de Dios en toda Judea.
¿Cuántas veces tenemos ese deseo egoísta de retener a Jesús sólo para nosotros? Pero lo que el Señor nos ha enseñado es que la verdadera bendición está en el compartir.
Y en cada lugar, Jesús entra en las sinagogas, y cumple la misión que se le ha encomendado: anunciar que el Reino de Dios está entre los hombres.
PARA PENSAR: ¿Compartimos a Jesús? ¿Cumplimos con la misión que Él nos dejó?
Buenos días..
Me ayuda mucho el estudio así puedo entender mejor..
Gracias. Bendiciones