Devocional

La iglesia, el mundo y los ídolos (1 Corintios 10:1-22)

Nuestro texto de hoy

 

‘Porque no quiero que ignoren, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron bajo la nube y todos pasaron por el mar. En Moisés todos fueron bautizados en la nube y en el mar. y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los seguía. La roca era Cristo . Todos comieron el mismo alimento espiritual, Sin embargo, Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, y por eso quedaron tendidos en el desierto. Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo, como ellos lo codiciaron. No sean, pues, idólatras, como fueron algunos de ellos, según está escrito: «El pueblo se sentó a comer y a beber , y se levantó a jugar ». Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y en un día cayeron veintitrés mil. Ni provoquemos al Señor, como algunos de ellos lo provocaron, y fueron destruidos por las serpientes. Ni murmuren, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor. Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos. Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga. No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres. Fiel es Dios, que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que puedan resistir la. Por tanto, amados míos, huyan de la idolatría. Les hablo como a sabios; juzguen ustedes lo que digo. La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo? Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; porque todos participamos de aquel mismo pan. Consideren al pueblo de Israel: los que comen los sacrificios, ¿no participan del altar? ¿Qué quiero decir, entonces? ¿Que lo sacrificado a los ídolos es algo, o que un ídolo es algo? No, sino que digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que ustedes sean partícipes con los demonios. Ustedes no pueden beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos, acaso, más fuertes que Él? ‘

 

1 Corintios 10:1-22

 

Meditemos

 

Israel caminó por el desierto durante 40 años. El Señor nunca les hizo faltar nada. Él los defendió de sus enemigos, les proveyó agua y alimento y los llevó a la tierra que les había prometido. 

Y sin embargo, ellos murmuraron contra Dios, pecaron y se volvieron a los ídolos. Por esa causa, muchos de ellos perecieron en el desierto y no alcanzaron la tierra de la promesa. 

¿Por qué trae Pablo esto a colación? Porque nos dice que precisamente lo que le sucedió a ellos debería servirnos a nosotros como ejemplo.

Así como Israel permitió que su corazón se alejara de Dios, se hiciera rebelde y duro, lo mismo estaba sucediendo a los corintios y lo mismo es un riesgo sobre el que toda iglesia y todo creyente debe estar alerta.

Corinto era una ciudad entregada a los vicios, los placeres y la idolatría. ¿Cómo debían relacionarse los creyentes con esas cosas? Es evidente que un hijo de Dios no puede entregarse a tal tipo de prácticas.

Los israelitas sucumbieron ante la influencia de las naciones idólatras vecinas. Los corintios estaban siendo influenciados fuertemente por la cultura. Ese mismo riesgo corremos nosotros hoy. 

 

Por eso necesitamos mirar el ejemplo de Israel, y cuidar de  no caer. El Señor es fiel. Él nos guarda y nos fortalece en medio de las presiones de este mundo, y por eso mismo debemos huir. De la idolatría, de la vanidad, de las filosofías huecas y falsas. De todo aquello que nos aleje de Cristo. 

De alguna manera, Israel no tomó en serio las implicancias de ser el pueblo de Dios. Un Dios santo. Y lo mismo sucedía con los corintios, por eso Pablo los llama a mirarse en ese ejemplo. 

¿Pueden ellos llamarse cristianos y vivir sus vidas como paganos? Una reunión de creyentes en Cristo, reunidos alrededor del evangelio y compartiendo la cena del Señor ¿puede llegar a ser confundida con una reunión de idólatras? 

No debe ser así. Los creyentes caminamos en santidad delante del Señor.

No podemos coquetear con el mundo, no podemos adaptarnos a sus filosofías, sus valores y sus prácticas. Querer hacerlo es exponernos a la perdición. 

 

Un detalle para señalar

 

Pablo compara la mesa del Señor con la mesa de los demonios. De alguna manera, las reuniones de la iglesia en Corinto eran demasiado similares a un culto pagano. ¿Cuántas veces, en nuestros días, la adoración a Dios en las iglesias tiene más que ver con lo que a los hombres le agrada que con lo que glorifica a Dios? 

 

Para pensar

 

¿Cómo nos relacionamos, como iglesia, con la cultura? ¿De qué maneras somos influenciados por el mundo en nuestra adoración a Dios?

 

Escrituras tomadas de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Copyright © 2005 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. www.NuevaBiblia.com

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