Devocional

Motivos de gratitud (1 Corintios 1:4-9)

Nuestro texto de hoy

Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia de Dios que les fue dada en Cristo Jesús. Porque en todo ustedes fueron enriquecidos en Él, en toda palabra y en todo conocimiento, así como el testimonio acerca de Cristo fue confirmado en ustedes; de manera que nada les falta en ningún don, esperando ansiosamente la revelación de nuestro Señor Jesucristo. Él también los confirmará hasta el fin, para que sean irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por medio de quien fueron llamados a la comunión con Su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. 
1 Corintios 1:4-9

 

Meditemos

Pablo comienza su carta, luego del saludo inicial, agradeciendo.

El destinatario de esta gratitud es Dios, y lo que Él ha hecho en los hermanos de Corinto. 

Agradecer por su salvación: si no hemos recibido la gracia de Dios en Jesucristo, si no hemos recibido la misericordia y el perdón de nuestros pecados, no tenemos nada. 

Los corintios habían sido especialmente bendecidos porque en su iglesia había abundancia de dones, pero sin dudas, el don mayor, el regalo más excelente que recibimos del Señor es la gracia perdonadora que nos alcanza desde la cruz. Eso es, en definitiva, el evangelio.

Agradecer por su fidelidad: En el final del pasaje Pablo recuerda. Fiel es Dios. ¿Cómo Dios muestra su fidelidad? Haciendo que ahora nosotros estemos unidos a Cristo, que seamos hijos suyos. 

Lo que Pablo dice a los corintios aplica para todos los creyentes. Dios nos dio su gracia, si tenemos su gracia nada nos falta, y Él nos confirmará hasta el fin. Nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro están seguros en las manos del Señor. 

Fuimos creados para Dios. Sin Dios estamos perdidos, vacíos, muertos. Él se dio a nosotros, en Cristo. 

Todo es don suyo: el apóstol recuerda la “gracia que les fue dada”. Esto es casi una redundancia. Es gracia, no podemos comprarla. La recibimos, la aceptamos. Dios la da. Por eso estamos seguros. Podemos descansar en sus manos. Él está haciendo su obra en nosotros. Nuestro aprendizaje es este: porque es gracia no hay nada de qué jactarnos, porque es gracia no tenemos excusa, porque es gracia, su obra será perfecta. 

Eso vale para el precioso don de la salvación, pero también para los distintos dones que Dios da a los suyos. Es un don, eso nos lleva a servir con gratitud y gozo. 

 

Un detalle para señalar

Dos palabras que aparecen en el pasaje son “gracia” (χάρις-charis) y “don” (χάρισμα-charisma). ¿Puedes ver la semejanza entre ambas? 

 

Para pensar

¿Recordamos que todo, absolutamente todo es un don de Dios en nuestras vidas? ¿Saber que tenemos tanto que agradecer a nuestro Dios nos lleva a la humildad y el servicio?

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