Lectura: Lucas 7:24-35
¿Quién es este Juan al que algunos oyen, pero los otros no? No es un profeta más, es el que anuncia la llegada de la promesa de Dios a la Humanidad, el Salvador anunciado y prometido.
¿Qué hacemos con el anuncio de Juan? Nuestra respuesta a esa pregunta es la más vital de todas.
¿Nos perdemos en los detalles y cuestiones intrascendentes? Si Juan ayuna les molesta, pero si Jesús come también les molesta. ¿Qué es lo importante? ¿Las reglas? ¿Las tradiciones? ¿Las posiciones y privilegios?
No, los verdaderamente bienaventurados son los que forman parte del Reino de Dios, a los que se les ha permitido conocer quién es este Jesús, cuyo camino Juan ha preparado, llamando al arrepentimiento verdadero.
Estos pequeños, que reconocen y admiten su pequeñez, son más grandes que cualquier posición, tradición, o costumbre humana.
PARA PENSAR: La pregunta es la misma, ¿qué hacemos con Jesús? ¿Seguiremos queriendo engrandecernos con nuestras mezquinas pequeñeces? ¿O miraremos a Aquel que es el Único suficiente? ¡Dios te bendiga!