Artículo

El peligro y la necedad de seguir un evangelio diferente

“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.” 

 

# Directo al grano

Hemos comparado previamente, y me parece oportuno hacerlo, la carta de Pablo a los gálatas, con el tener una conversación difícil con alguien a quien apreciamos. Sigamos usando esa imagen como ejemplo.

Imaginemos esta situación. Un amigo muy cercano está coqueteando con una mujer que no es su esposa, está teniendo actitudes que no son correctas y que pueden terminar ocasionando gran dolor. Lo aprecio, por tanto decido hablar con él y tratar de llamarlo a la reflexión. Es necesario que reconozca su pecado y venga en arrepentimiento al Señor. 

Que le llame la atención y le confronte a arrepentirse de lo que está haciendo no es fácil, pero es necesario. Aunque él no puede verlo en ese momento, probablemente esté a punto de lastimar a los que ama y arruinar su vida por completo. Él está persiguiendo una ilusión, y puede que cuando se dé cuenta de ello sea demasiado tarde. 

¿Cómo será esa conversación? ¿Vamos a hablar de fútbol, de pesca, o de cualquier cosa intrascendente? El tema es lo suficientemente serio como para que no perdamos tiempo. Necesitamos ir directamente al grano. El tema es grave y no podemos perder el tiempo en nimiedades. 

De la misma forma, al contrario de lo que hace en sus demás cartas (incluso a los conflictivos corintios), Pablo deja de lado los buenos deseos, las alabanzas y los agradecimientos para ir directamente al tema que es necesario abordar. 

En el pasaje de hoy vamos a ver que el peligro mayor para nuestros corazones es el de alejarnos del evangelio de Cristo para seguir “otro evangelio”, y que no podríamos caer en una necedad mayor que esa. 

#1 Seguir un evangelio diferente es caer en la necedad de alejarnos de Dios

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.

 

  • Seguir un evangelio diferente es una necedad. 

El apóstol está maravillado, perplejo, asombrado, no puede creer lo que escucha. Quienes habían recibido el evangelio con tanto amor y solicitud habían desertado de él. La palabra que Pablo usa para “haberse alejado” es un término que se usa en el ámbito militar para un desertor, precisamente. Así de terrible es la expresión. 

No hay una necedad mayor que abandonar el evangelio de la gracia, luego de haberlo conocido. No tiene sentido hacer tal cosa, no tiene una explicación lógica. 

Cuado conocemos a Cristo, su belleza y su gloria, solo nos resta decir, como Pedro: “¿A quién iremos?”

“Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” (Juan 6:66–69, RVR60)

Ser un discípulo de Cristo implica un compromiso total con el evangelio. No hay medias tintas. O seguís a Cristo o no lo seguís. No se puede ser un mero simpatizante, un adherente. El mandamiento de Jesús es a morir a nosotros mismos para seguirle. 

“Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.” (Lucas 9:61–62, RVR60)

Retomando las palabras de Pedro, solo Jesús tiene palabras de Vida eterna. O en palabras del propio Jesús, solo Él es “el camino, y la verdad y la vida”. 

No hay nadie más a quién mirar, no hay nadie más en quien creer y confiar, no hay otro a quien escuchar. Solo Él. 

No hay nadie más a quién mirar, no hay nadie más en quien creer y confiar, no hay otro a quien escuchar. Solo Él. 

La necedad más grande que puede cometer un hombre es rechazar el mensaje de Jesús, para prestar sus oídos a “otro evangelio”. 

  • Seguir un evangelio diferente implica alejarnos de Dios. 

Seguir un evangelio diferente es una necedad inmensa porque implica alejarnos de Dios. Rechazar el mensaje de Cristo es rechazar a Cristo mismo. 

“El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.” (Juan 8:47, RVR60)

“El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.” (Lucas 10:16, RVR60)

El evangelio trata acerca de Jesús, de que lo conozcamos y lo amemos. Jesús y su mensaje están unidos íntimamente porque el mensaje del evangelio no se limita a conceptos o ideas. Ni siquiera se limita a principios de vida. 

Las enseñanzas de Buda, de Mahoma, de Confucio son acerca de filosofías de vida, cómo vivir. El centro del evangelio es una persona, Cristo. 

Nuestra necesidad mayor es conocer a Dios, y este se nos revela en el evangelio de Jesús. Seguir un evangelio diferente es rechazar a Dios mismo, y sufrir las consecuencias de eso: una vida en oscuridad y esclavitud del pecado.

Piensa: El evangelio en que crees, ¿está fundado en Dios, y en lo que Él dice de Él mismo en Las Escrituras? ¿Está acercándote cada día más a Dios, o te aleja de Él? O seamos aún más básicos, ¿has creído en el evangelio de Cristo? 

#2 Seguir un evangelio diferente es caer en la ilusión y dejarse engañar por los perversos

No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

  • Seguir un evangelio diferente es una ilusión

En realidad no hay tal cosa como “otro evangelio”. O seguimos a Cristo o vivimos una mentira. El evangelio que saca del centro a Cristo, su obra y su gracia, deja de ser evangelio. 

La buena noticia, que eso significa la palabra evangelio, es una buena noticia porque Dios hizo en Cristo lo que para nosotros era imposible. 

Sin Cristo, las noticias siguen siendo malas. No hay salvación posible para el hombre, no hay esperanza. Solo nos queda esperar el castigo por nuestro pecado. 

  • Seguir un evangelio diferente es caer en el engaño y la falsedad

Quien predica un evangelio diferente al que hemos recibido, al que encontramos únicamente en la Palabra de Dios, está perturbando a quienes lo escuchan y pervirtiendo el evangelio de Jesús. 

El objetivo de quienes predican un evangelio diferente es doble.

Por un lado, perturbar; lastimar, confundir, engañar. Un falso evangelio es transmitido por falsos maestros, que se vuelven expertos en confundir, en manipular. Usan herramientas humanas, porque el objetivo es humano: seducir, manipular, engañar. Las palabras sutiles, las emociones inducidas, esas son las herramientas que usan los falsos maestros. 

Un heraldo del evangelio de Cristo sabe que el objetivo de su predicación es traer vida a los muertos, y que eso es obra exclusiva del Espíritu Santo por medio de la predicación de la Palabra de Dios. 

Entonces los que anuncian el evangelio se atienen a proclamar lo que Dios dice, porque saben, que es la Palabra de Dios la única que puede lograr el objetivo de transformar un corazón. 

Y estos falsos maestros no solo quieren confundir a las personas, sino que también quieren pervertir el evangelio. 

Pervertir es transformar algo que es bueno en algo malo. 

Entonces, un evangelio diferente, en vez de traer luz, trae confusión. En vez de producir libertad, ata y esclaviza (a mandamientos de hombres). En vez de traer vida, mata. 

Un evangelio diferente es muy peligroso. Por sus efectos nefastos y porque muchas veces está mezclado con el evangelio verdadero. Escucha, ¿cuántos hombres perversos llenan sus bocas del nombre de Jesús y solo pretenden aprovecharse de quienes los escuchan? Algunos son obvios. Se hace evidente su intención cuando solo hablan de dinero, o en sus bocas hay escasez de Biblia. Pero hay otros, más sutiles, más difíciles de detectar. 

En todos los ámbitos habrá hombres que no sirven a Cristo, sino a sí mismos. Incluso en círculos conservadores. 

¡Ay de aquellos que pervierten el evangelio! ¡Pero ay de nosotros si nos dejamos engañar! 

Piensa: El evangelio en el que crees, ¿está centrado en Cristo? ¿Te lleva a amar a Jesús y depender de Él? ¿O te lleva a cargarte de mandamientos de hombre? El evangelio que estás escuchando, ¿te lleva a mirar a la cruz o al predicador? 

La única forma de no caer en el engaño es por medio del conocimiento de Dios en La Palabra. 

#3 Seguir un evangelio diferente es caer en la necedad de poner nuestros ojos en el hombre y seguir un camino nefasto

Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. 

  • Seguir un evangelio diferente es seguir a los hombres y no a Dios

Dios bendice a su pueblo con hombres y mujeres fieles, que le sirven proclamando su Palabra. Pastores, maestros, escritores, músicos. Seguramente hay varios nombres que vienen a nuestra mente y por los cuales debemos dar gracias al Señor. 

Tenemos en alta estima a quienes nos sirven en el evangelio. Dios se complace en eso. 

Ahora, esas personas son confiables solo si se aferran a la Palabra de Dios. No son infalibles, pero es esperable que compartan y vivan un mensaje congruente con el evangelio. 

Un evangelio diferente es tan peligroso y tan nefasto que no importa quién lo comparta, no importa que tan buena sea su reputación, si se trata de un evangelio diferente al evangelio de Cristo solo nos queda rechazarlo. 

Seguimos a Cristo, y a los únicos hombres que imitamos son a aquellos que son imitadores de Él.

Si un día el pastor MacArhur, o Piper, o cualquier otro de los que han sido de tanta bendición para mí (y para ustedes también, seguramente) dejara de ser un fiel testigo del Señor, lo lamentaría mucho, pero no podría seguir considerándolo un modelo a seguir. 

Ese es un riesgo que todos nosotros corremos, que sutilmente comencemos a confiar en los hombres. Nada debe hacernos quitar la vista del Señor Jesús, nada debe competir con Él en nuestra confianza. 

No importa quién sea, su fama, su prestigio, su historia. Si no predica a Cristo solo me queda rechazarlo. 

Un evangelio diferente es tan grave que el apóstol expresa algo inimaginable: maldito sea el que pervierte el evangelio de Cristo. Anatema significa eso, destinado por Dios para destrucción. 

Sin duda alguna, en el día del juicio, muchos experimentarán un gran castigo. Los genocidas, los que han lastimado a los niños, los corruptos… Pero también, sin dudas, aquellos que han convertido el evangelio de Cristo en una burda farsa, estarán entre los que más duro serán castigados.

El Señor Jesús habló duramente contra el pecado, pero si hay un tipo de personas a las que Él confrontó con mayor dureza, es a aquellos que alejaban a las personas del conocimiento del amor de Dios con su religión abusiva e hipócrita. 

Piensa: El evangelio que sigues ¿tiene su fuente en Las Escrituras o en algún pastor de moda? Tu confianza, ¿está puesta en el hombre o en Dios? 

#4 Seguir un evangelio diferente es caer en la necedad de querer agradar a los hombres

Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

  • Seguir un evangelio diferente es seguir un evangelio que me complace. 

¿Les gusta lo que tengo que decirles? ¿O les enoja? Eso parece estar diciendo Pablo. No importa lo que ustedes piensen. Lo que realmente importa es que yo sirva a Dios y honre su Nombre proclamando Su Palabra, y no la mía. 

Servir a Cristo muchas veces implica decir verdades incómodas, que generan rechazo. Servir a Cristo, muchas veces implica escuchar verdades incómodas, que deberían llevarme al arrepentimiento y a la búsqueda de la gracia de Dios. 

El evangelio falso es un evangelio que complace al hombre. 

Un evangelio falso te dice que tu pecado no es tan grave, si total Dios es amor. El evangelio falso te hace creer que de alguna manera vos te merecés el favor de Dios, que tenés la capacidad de vivir de una manera que te haga ganar su amor. Un evangelio falso te hace confiar en vos mismo, en lo que podés hacer. Un evangelio falso te deja vivir cómodo, te habla de un Dios al que podés decirle lo que tiene que hacer, al que podés engañar e incluso sobornar. 

Pero aunque te complazca, no deja de ser falso. 

Servir a Cristo significará, muchas veces, ser despreciado, calumniado y perseguido. Y si eso pasa, considérate bienaventurado. 

El evangelio de Cristo no nos da palmaditas en la espalda, porque su objetivo es salvarnos. Por eso mismo, Dios nos deja contemplar la oscuridad de nuestras almas, para ayudarnos a poner nuestros ojos en el Salvador. 

El camino del Señor consiste en buscar obedecerle a Él, seguirle a Él, y agradarle a Él. No es posible vivir así, si procuramos agradar a los hombres. 

Esto no quiere decir que buscamos la enemistad de los demás, sino que nuestro compromiso y lealtad son con Dios, su verdad y Su Palabra. Por tanto, si la verdad incomoda, no dejamos de anunciarla.

No podemos servir a dos amos. A veces, el favor de Dios significará el rechazo de los hombres. ¿Viviremos entonces para ganar la simpatía de los demás? 

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.” (Mateo 16:24–28, RVR60)

Piensa: El evangelio en el que crees, ¿te impulsa a buscar el favor de Dios o te mueve a vivir por el qué dirán? El evangelio en el que crees, ¿te hace temer lo que otros piensan de vos o te hace vivir buscando agradar a Dios?

 

# Necesitamos seguir el evangelio de Nuestro Señor Jesús

Muchas personas hoy en día viven convencidos de estar siguiendo el evangelio y sin embargo están engañados. 

Personas que se postran delante de una imagen. Personas que no tienen conciencia de la profundidad de su pecado y su necesidad de un Salvador. Personas que creen que el evangelio es un conjunto de reglas por seguir. Personas que están convencidas que seguir el evangelio es escuchar a determinados hombres y estar en el lugar correcto. 

Seguir un evangelio diferente es una necedad, una locura, una estupidez mayúscula. Seguir un evangelio diferente es una tragedia, una catástrofe. Seguir un evangelio diferente es un peligro al que todos nosotros estamos expuestos, siempre. 

Y por eso, necesitamos mirar a Cristo, y acercarnos a la Palabra con el fin de conocerlo más y más. El Espíritu Santo de Dios nos revela a Cristo por medio de la Palabra, y por medio de la Palabra nos protege de seguir un evangelio diferente. 

Piensa: El evangelio en el que crees, ¿es el evangelio de la Biblia? ¿Es el evangelio que te muestra tu pecado y te muestra la belleza del perdón de Dios en Jesús? El evangelio en el que crees, ¿te lleva a un amor cada día más profundo por Dios y por los demás? ¿Te lleva a poner cada día tus ojos en Jesús? 

Mi estimado, no hay otro evangelio que el de Cristo Jesús, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Si eres un pecador, y creeme, lo eres, necesitas arrepentirte de tu pecado y buscar el perdón de Dios. Ese es el mensaje del evangelio. 

Mi estimado, no hay otro evangelio que el de Cristo Jesús, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Si eres un pecador, y creeme, lo eres, necesitas arrepentirte de tu pecado y buscar el perdón de Dios. Ese es el mensaje del evangelio. 

Mira al Jesús crucificado y cree que Él tiene el poder de pagar por tu pecado, perdonarte y darte nueva vida como un hijo de Dios. 

Un evangelio diferente dirigirá tus ojos a lo secundario, a lo aparente, a lo superficial, a lo vano.

El evangelio de Cristo dirigirá tus ojos a Cristo, a su sacrificio amoroso y suficiente, a su gracia y su perdón, a su victoria sobre la muerte. 

 

ESTA ES UNA VERSIÓN ESCRITA DE UN SERMÓN ENTREGADO EN LA IGLESIA BÍBLICA LINCOLN.

PUEDES ESCUCHARLO AQUÍ 

O EN SPOTIFY

DEJA TU COMENTARIO

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

0 %