Lectura: Lucas 6:27-36
Si el pasaje anterior marcaba un contraste marcado entre los hijos de Dios y quienes vivían prisioneros de los valores y prioridades de este mundo, este pasaje es un llamado a vivir el cristianismo de manera radical.
Ser cristiano es, en cuanto a valores, ir a contramano. El Señor nos dice:
Al que te odia, amalo. Al que te hace mal, tratalo bien. Orá por el que habla mal de vos. Sé amable con el que te lastima y generoso con el ingrato.
Sé vos, lo que quisieras que otros fueran (amoroso, bondadoso, generoso, considerado, perdonador, etc).
Vivir como todo el mundo es fácil, devolver el bien que recibimos es fácil. Pero ¿Cómo reaccionamos ante el que nos hace mal? La respuesta, el ejemplo, es Jesús, el bondadoso con los ingratos y perversos (ahí entramos todos nosotros).
PARA PENSAR: Vivir de esta manera es sólo posible si el Espíritu Santo arranca de nosotros las raíces de orgullo, egoísmo y odio que tenemos. Esto es un proceso difícil y a menudo doloroso. ¿Estamos dejando que Él obre en nosotros?