Devocional

Tengan cuidado de cómo edifican (1 Corintios 3:10-15)

Nuestro texto de hoy

 

“Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima. Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo. Ahora bien, si sobre este fundamento alguien edifica con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, la obra de cada uno se hará evidente; porque el día la dará a conocer, pues con fuego será revelada. El fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno. Si permanece la obra de alguien que ha edificado sobre el fundamento, recibirá recompensa. Si la obra de alguien es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como a través del fuego.”
1 Corintios 3:10-15

 

Meditemos

 

La iglesia es como un edificio, que se va edificando. Cada uno de los que sirvieron después de Pablo continuó con la obra. En este pasaje hay varias cosas que podríamos resaltar y meditar. 

Gracia dada: aunque Pablo se reconoce a sí mismo como quien puso el fundamento, como el arquitecto de la obra en Corinto, no olvida el elemento más importante. Todo lo que él pudo haber hecho fue “conforme a la gracia de Dios que le fue dada”. La obra de Dios necesita que recibamos gracia, de otra manera no es “de Dios”.

El fundamento: La iglesia es de Cristo, y Cristo es su fundamento. Una iglesia sin Cristo no es la iglesia. Es un club, es una asociación de personas (incluso bien intencionadas), pero no iglesia. ¿Quién puede reunir a su alrededor a los perdidos sino el que da su vida en el Calvario? ¿Quién puede comprar a precio de sangre un pueblo? ¿Quién tiene el poder de reconciliarnos con Dios y hacer una familia de hermanos alrededor de su amor? ¿Quién puede hacernos uno? Solo Jesús, el Hijo de Dios. Ese es el fundamento, y no hay otro. 

Edificar con lo mejor: el fundamento es Cristo, y los hombres tenemos el privilegio de servirle ayudando a seguir edificando Su iglesia. Dos responsabilidades tenemos, la primera de ellas es respetar el fundamento: Cristo. Y la segunda es edificar fielmente. Pablo establece una comparación entre dos tipos de elementos para construir, unos de excelente calidad y otros de mala calidad. La calidad de nuestro servicio será juzgada, evaluada y recompensada. ¿Qué es edificar con los mejores materiales? Recordemos, en el Reino de Dios no se trata de resultados, sino de fidelidad.  

 

Un detalle para señalar

 

No lo olvidemos, el Señor que todo lo ve y sabe es el que ha de juzgarte y recompensarte. Busca y anhela su recompensa y no la de los hombres.

«Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado Tu gran poder y has comenzado a reinar. Las naciones se enfurecieron, y vino Tu ira y llegó el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a Tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen Tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra». (Apocalipsis 11:17-18)

 

Para pensar

 

Somos llamados a servir al Señor con fidelidad, usando sabia y fielmente los dones que Él nos ha dado, dependiendo de Su gracia en todo. Temamos al Señor y no a los hombres, sirvamosle a Él!!!

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